Gn 32:1-21- "Del temor y la angustia a descansar en las manos del Señor" - Serie Génesis No. 73

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INTRODUCCIÓN

Vivimos en una sociedad llena de temor. Si miramos afuera, veremos que en el pueblo hay temor. Puede ser temor en temas políticos, de salud, más en tiempos de pandemia, pero aún puede haber temor por temas difíciles de nuestra vida, decisiones complicadas en la familia, matrimonio, trabajo, situación de angustia, y temor por nuestra vida.
Ese fue el caso de Jacob, había recibido amenaza de muerte de su hermano, porque Jacob era un engañador, un suplantador y había un hermano llamado Esaú, que quería matarlo.
El temor estaba mucho tiempo, 20 años, en el corazón de Jacob, ¿cómo terminará todo esto?
Para nosotros los que muchas veces vivimos en temor, podremos comprender cuáles son las bases para superar el temor. El mensaje de hoy titula: Del temor y la angustia a descansar en las manos de Dios y está basado en Génesis 32.1-21.
Y si quieres que el Señor obre en tu vida de forma maravillosa, entonces podemos aprender un poco más de este precioso libro de Génesis, la Palabra del Señor.

EXÉGESIS Gn 32.1-21

Resumen:
Jacob había huído de la casa de Labán, Labán quería hacerle daño y Dios no se lo permitió.
Finalmente se projudo el encuentro y Dios cuidó a Jacob de cualquier peligro. Labán volvio a casa con las manos vacías y Jacob está fortalecido, pero aún hay situaciones que Jacob debe enfrentar. Está en viaje a la casa de su padre, porque Dios tiene una promesa para Él.
Recibirá una tierra él y su descendencia.
Dios estará con ese pueblo que está formando.
A través de Jacob y el pueblo, vendrá un Salvador.
Génesis 32:1 RVR60
1 Jacob siguió su camino, y le salieron al encuentro ángeles de Dios.
Jacob no había recibido revelación de Dios en 20 años. Escuchó la voz de Dios para volver a casa y es obediente al Señor.
Hace 20 años los ángeles en Betel eran señal de que él era cuidado por el Señor y había recibido esa promesa, Dios estaba con él y había recibido la promes de Isaac, Abraham y por medio de Jacob el mundo iba a ser bendecido.
Ahora puede ver nuevamente una manifestación sobrenatural que debe llamar su atención de gran manera y reconfortarlo grandemente.
Génesis 32:2 RVR60
2 Y dijo Jacob cuando los vio: Campamento de Dios es este; y llamó el nombre de aquel lugar Mahanaim.
Jacob reconoce la presencia de Dios. El podía estar confortado para saber que Dios lo estaba guiando.
“Mahanaim” - significa dos campamentos. Es bastante difícil precisar a qué hace referencia Jacob, algunos entienden que hay dos campamentos de ángeles rodeándolo. En todo caso, podría sentirse muy seguro.
Génesis 32:3 RVR60
3 Y envió Jacob mensajeros delante de sí a Esaú su hermano, a la tierra de Seir, campo de Edom.
Contexto:
Esaú quiere matarlo, es lo último que sabemos de él. ¿20 años habrán reducido la intención de matar a quien lo había suplantado para tener la bendición de su padre?
Jacob es un hombre inteligente que acaba de ser confortado por el Señor. Pero debe tomar decisiones sobre cómo responderá al difícil encuentro que está a punto de tener con su hermano Esaú.
Esaú no se encuentra en la tierra de su padre Isaac, sino que está en la tierra de Seir. ¿Qué hace en la tierra de Seir?
Posiblemente Esaú ha crecido mucho y así como su espíritu era de cazador y un hombre fuerte, es probable que ha ido conquistando o está en misión de ello de los lugares que rodeaban la tierra de su padre.
Génesis 32:4–5 RVR60
4 Y les mandó diciendo: Así diréis a mi señor Esaú: Así dice tu siervo Jacob: Con Labán he morado, y me he detenido hasta ahora;5 y tengo vacas, asnos, ovejas, y siervos y siervas; y envío a decirlo a mi señor, para hallar gracia en tus ojos.
Jacob parece que quiere medir la reacción de su hermano. Podríamos decir que es evidente su actitud algo temerosa delante de Esaú. Esaú quiere matarlo y Jacob está enviando mensaje de que tiene bastantes bienes.
¿Estaría Jacob intentando hacer las cosas bien? Basarse en el relato bíblico está bien, pero medir las intenciones de los hechos es algo solo posible para el Señor. Sin embargo, muchos creen que esta sería la forma de mostrar a Esaú, que Jacob no ha venido en actitud desafiante o para exigir su doble porción de herencia o riqueza familiar.
Por otro lado, Jacob tiene familia, hijos y está tomando una actitud de defensa sobre lo que podría venir. Pero aún en las actitudes de defensa deberá ejercer la fe. ¿Será que lo hará?
Génesis 32:6 RVR60
6 Y los mensajeros volvieron a Jacob, diciendo: Vinimos a tu hermano Esaú, y él también viene a recibirte, y cuatrocientos hombres con él.
Los mensajeros no tienen un mensaje de Esaú. ¡Esto debe desesperar a Jacob! Pero Jacob ha recibido visión de ángeles para confortarlo.
Esaú no envió mensaje de paz, sino que va a buscar a Jacob con 400 hombres.
Esaú está demostrando su poder y una favorable posición si hubiese una guerra.
Pero Esaú sigue tan equivocado como hace 20 años. Sigue con la intención de impresionar a Jacob o atemorizarlo, y aunque efectivamente lo va a lograr, la verdad es que Jacob está protegido por ángeles o realmente por el Señor.
Es posible que Esaú piense que Jacob sigue errante, mientras él está avanzando en las tierras, por eso está en Seir, podría verse superior a Jacob, pese a que la promesa no es suya, pero puede ver a Jacob que ha recibido una promesa pero está en condiciones tan desfavorables. Tal vez Esaú piensa que Jacob tiene tan poco.
A veces pensamos que los creyentes tienen tan poco. Cuando vemos nuestra vida con los ojos del mundo vamos a ver muy poco en nosotros o como si necesitásemos muchos más. Nosotros tenemos a Cristo y entonces somos tan afortunados de tenerlo a Él y por tanto podemos decir que lo tenemos todo. Jacob no tenía tierra, era errante pero guardaba las promesas de Dios que llevaban a Cristo. Jacob era tan afortunado, aunque tal vez no a los ojos de Esaú. 400 hombres no podrían vencer ni a un solo ángel de los que cuidan a Jacob.
Génesis 32:7 RVR60
7 Entonces Jacob tuvo gran temor, y se angustió; y distribuyó el pueblo que tenía consigo, y las ovejas y las vacas y los camellos, en dos campamentos.
Pero a pesar de que Jacob había visto visión de ángeles que lo confortaban, ahora ha entrado el miedo en él. Tiene un gran temor y angustia. Y esto le lleva a tomar decisiones, como si Dios no tuviese Palabra o como si una gran descendencia prometida podría ser eliminada por Esaú.
Esaú tiene argumentos humanos para tener miedo. Su madre dijo que iba a llamarle cuando la ira de Esaú se mitigue, recordamos:
Génesis 27:43–45 RVR60
43 Ahora pues, hijo mío, obedece a mi voz; levántate y huye a casa de Labán mi hermano en Harán,44 y mora con él algunos días, hasta que el enojo de tu hermano se mitigue;45 hasta que se aplaque la ira de tu hermano contra ti, y olvide lo que le has hecho; yo enviaré entonces, y te traeré de allá. ¿Por qué seré privada de vosotros ambos en un día?
¡Y Rebeca no lo había llamado! Entonces, la ira de Esaú contra Jacob seguíe en pie y con anhelos de matarlo. No es poco, pero los argumentos humanos muchas veces opacan la fe o el descanso en Quién sí es Verdadero. ¡Jacob vio ángeles, vio la mano de Dios obrando para su bien y acababa de ser rescatado por Dios y Labán no había podido herirle! Y el miedo le estaba llevando a olvidarse de todo esto, cuando hace poco tenía el valor suficiente para afrontarlo.
Jacob distribuye su campamento por si uno de ellos tendría que morir, el otro campamento intentaría escapar.
¿De qué tamaño es tu fe? ¿Si iba 1 hombre o 2, iba a tener miedo? Pero con 400 si! A veces tristemente nuestra fe depende de lo que enfrentamos y no de Quién nos sujetamos.
Génesis 32:8 RVR60
8 Y dijo: Si viene Esaú contra un campamento y lo ataca, el otro campamento escapará.
¡El plan de escape de Jacob! Algunos dirán es una estrategia responsable, otros dirán es una estrategia de precaución, pero lo cierto es que es una estrategia innecesaria. ¿Dónde quedaron los dos campamentos de ángeles que él vio?
Gedeón y los israelitas vencerían a todo un pueblo sin necesidad de levantar una espada. No se trata de la inteligencia humana, sino en la fe en el Señor. Jacob no la está ejercitando bien en este momento, pese a haber visto a los ángeles nuevamente.
A veces somos muy buenos para decir “esto es campamento de Dios”, sentirnos tan protegidos y que Dios está con nosotros, pero viene la primera prueba y caemos tan fácilmente.
Jacob es presa de su conciencia. Ha hecho mal (hace 20 años) y ahora el temor está en su vida. Tal vez piensa que ese mal puede costarle la vida.
Génesis 32:9–11 RVR60
9 Y dijo Jacob: Dios de mi padre Abraham, y Dios de mi padre Isaac, Jehová, que me dijiste: Vuélvete a tu tierra y a tu parentela, y yo te haré bien; 10 menor soy que todas las misericordias y que toda la verdad que has usado para con tu siervo; pues con mi cayado pasé este Jordán, y ahora estoy sobre dos campamentos. 11 Líbrame ahora de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, porque le temo; no venga acaso y me hiera la madre con los hijos.
Jacob apela a Dios en oración. Esto hace muy bien. Se da cuenta que su astucia y obras no lo pueden salvar, en cambio, solo el Señor puede obrar nuevamente, así como lo hizo con Labán.
“..menor soy que todas las misericordias..” - Jacob está humillándose delante del Señor y también muestra gratitud. Y cuando hay este tipo de oraciones, también viene la paz.
Jacob confiesa al Señor que teme a Esaú. El Señor ya lo sabe, pero esta es una oración de humillación.
..y me hiera la madre con los hijos..” es una expresión que significa que puede ser arrasado él y todo lo que tiene, su familia.
Génesis 32:12 RVR60
12 Y tú has dicho: Yo te haré bien, y tu descendencia será como la arena del mar, que no se puede contar por la multitud.
Jacob apela a la promesa que Dios hizo. Su descendencia no puede perderse en el encuentro con Esaú, porque Dios le había prometido que serían como la arena del mar.
Esto se llama transimisión de la fe. Jacob no había recibido la promesa con esas palabras, sino “será tu descendencia como el polvo de la tierra”. Entonces hace suya la promesa que recibió Abraham, pasó a Isaac, y después a Jacob.
Génesis 32:13–15 RVR60
13 Y durmió allí aquella noche, y tomó de lo que le vino a la mano un presente para su hermano Esaú: 14 doscientas cabras y veinte machos cabríos, doscientas ovejas y veinte carneros, 15 treinta camellas paridas con sus crías, cuarenta vacas y diez novillos, veinte asnas y diez borricos.
Jacob acaba de encomendar su causa al Señor. Es lo que debió hacer antes, pero nunca es tarde para aproximarse al trono de la gracia.
Duerme ahí esa noche, no necesita escapar más, sino que encomendándose al Señor lo que Él decida estará bien.
Debemos comprender que cuando te encomiendas al Señor estás encomendando el resultado de Su Soberanía, Gracia y Voluntad. Se requiere fe para no escapar más, pero se requiere la misma fe para aceptar lo que en Sus Designios Él quiere hacer. Cometemos muchas veces el error de encomendarnos al Señor pero esperar nuestra voluntad. La fe requiere descansar en Él.
El presente no es para comprar la conciencia de Esaú, sino que después de la oración, el presente tiene por objetivo honrar de alguna manera a quien fue el primogénito y que había sido suplantado.
Jacob tiene una conciencia que lo ha perseguido por 20 años, pero está listo para estar delante de Esaú y pedir la paz, haciendo un honorable reconocimiento de Esaú por lo que le había quitado.
Génesis 32:16 RVR60
16 Y lo entregó a sus siervos, cada manada de por sí; y dijo a sus siervos: Pasad delante de mí, y poned espacio entre manada y manada.
Jacob quiere restituir la ofensa realizada. La disciplilna correctiva de Dios en 20 años, siempre da fruto, tarde o temprano. Organiza la entrega del presente.
Génesis 32:17–18 RVR60
17 Y mandó al primero, diciendo: Si Esaú mi hermano te encontrare, y te preguntare, diciendo: ¿De quién eres? ¿y adónde vas? ¿y para quién es esto que llevas delante de ti? 18 entonces dirás: Es un presente de tu siervo Jacob, que envía a mi señor Esaú; y he aquí también él viene tras nosotros.
El presente de Jacob tiene la intención de apaciguar la ira de Esaú y hacerle un pequeño honor por el reconocimiento de quien va detrás.
Génesis 32:19–20 RVR60
19 Mandó también al segundo, y al tercero, y a todos los que iban tras aquellas manadas, diciendo: Conforme a esto hablaréis a Esaú, cuando le hallareis. 20 Y diréis también: He aquí tu siervo Jacob viene tras nosotros. Porque dijo: Apaciguaré su ira con el presente que va delante de mí, y después veré su rostro; quizá le seré acepto.
Jacob se está acercando humildemente a Esaú al declararse su siervo y espera que cuando esté delante de él, pueda alcanzar su perdón.
Génesis 32:21 RVR60
21 Pasó, pues, el presente delante de él; y él durmió aquella noche en el campamento.
Parece que se habla de la misma noche, estuvo preparando el presente. En todo caso, este hombre anteriormente temeroso, acaba de entregarse no a las manos de Esaú, sino a las manos de Dios.
¡Cuánto nos falta para ser igual a Jacob! Hemos caído como él en muchas ocasiones, pero podemos también aprender de su levantarse y confiar en el Señor!

MEDITEMOS EN LA PALABRA

Esta porción de las Escrituras puede reorientar nuestras vidas. Dios transforma usando Su Palabra, podemos pasar de hombres y mujeres temerosos y temerosas a entregarnos en las manos del Señor.
Jacob muchas veces hace mal las cosas, se parece tanto a nosotros. Pero hoy ha hecho algo que es muy hermoso, entregarse a las manos del Señor. ¡Podemos hacerlo nosotros también!
Algunos principios que podemos obtener de esta porción:

El Señor obra y restaura el corazón del creyente dándole fortaleza para enmendar o corregir los males anteriormente realizados.

Jacob pudo haber esquivado la tierra de Seir, pero en 20 años en las manos de Labán, aprendió muchas cosas sobre el mal que hizo a su hermano Esaú. Aprendió sobre el engaño, suplantación bajo las manos de Labán. Jacob no quiere esquivar la tierra de Seir, ha sido confortado por la visión de ángeles y quiere buscar la paz con su hermano.
El creyente siempre buscará hacer la paz con todas las personas a quién anteriormente ha herido, lastimado, o cuyos actos han traido alguna consecuencia.
Dios obra en nuestros corazones para que veamos nuestro pecado y entonces estemos dispuestos a restaurar a quien hemos hecho daño.
La vida del creyente es vivir en paz, en santidad, y enmendar nuestros grandes desaciertos dando testimonio que hemos sido transformados por Cristo.
¿No estás cansado de llevar cargas de los errores y pecados del pasado? ¿No estás cansado de ser presa de tu conciencia como Jacob? El Señor sí puede restaurar, aún en las amenazas de muerte como las tenía Jacob, aún las heridas profundas como las de Jacob, el Señor puede restaurar. Si estás cansado de llevar estas cargas que han hecho daño a muchas personas, entonces puedes pedir al Señor que obre en ti.
Salmo 80:3 RVR60
3 Oh Dios, restáuranos; Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.
El Señor nos dará fortaleza, cambiará nuestras vidas, nos hará nuevas criaturas, con nuevos propósitos. Aprenderemos a pedir perdón. Jacob no esquiva o no busca oprimir a Esaú, aún siendo el heredero de la promesa. El creyente busca la reconciliación. La restauración de Dios restituye al creyente y le da fortaleza.
El Señor obra y restaura el corazón del creyente dándole fortaleza para enmendar o corregir los males anteriormente realizados.

La oración de humillación y gratitud al Señor es la mejor acción contra el temor. El que invoca al Señor será escuchado.

Jacob es tan astuto que puede dividir el campamento suyo en dos por si uno tiene que morir y el otro escapar. Jacob parece ser un hombre que no tiene descanso por causa del temor.
La transformación de Dios finalmente da resultado y Jacob comprende que ni toda su astucia o inteligencia puede librarlo del peligro, sino tan solo buscar al Señor en oración.
La oración de Jacob tiene dos aspectos muy hermosos que nos falta en nuestras oraciones:
Génesis 32:10 RVR60
10 menor soy que todas las misericordias y que toda la verdad que has usado para con tu siervo; pues con mi cayado pasé este Jordán, y ahora estoy sobre dos campamentos.
Humillación. Debemos darnos cuenta así como Jacob que SOMOS INDIGNOS delante de un Dios tan Santo y Justo. Jacob decía “..menor soy que todas las misericordias..”. y a veces nosotros nos creemos tanto delante del Señor, y luego somos presas tan fáciles del temor. Cuando tú te humillas delante del Señor, entonces estás exaltando a Quien SÍ es GRANDE y MARAVILLOSO. Necesitamos ese tipo de oración en nuestra vida.
Gratitud. No hay nada tan sublime como reconocer la maravillosa Gracia del Señor. La oración de Jacob “..menor soy que todas las misericordias y que toda la verdad que has usado para con tu siervo..” Jacob es un hombre agradecido. Se ha bajado al fin de esa torre llamada orgullo y que siempre lo llevaba a pensar en sí mismo. Ahora es un hombre que recibe de Gracia.
¿Y qué hay de nosotros? ¿Será que seguimos viviendo en esa torre de orgullo donde ya ni hay gratitud de lo que recibimos del Señor? ¡Necesitamos entonces caer de ahí como lo hizo Jacob! Esa es la disciplina correctiva de Dios.
Jeremías 29:12 RVR60
12 Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré;
Cuando estés en temor o realmente en cualquier situación, busca al Señor en oración:
Salmo 34:7 RVR60
7 El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, Y los defiende.
La oración de humillación y gratitud al Señor es la mejor acción contra el temor. El que invoca al Señor será escuchado.

La verdadera fe no puede estar sujeta a nuestros deseos, sino que descansa únicamente en Cristo, en Su Voluntad, Soberanía, Promesas y Su Gracia.

El Señor perite muchas veces que pasemos situaciones sumamente difíciles donde nuestra fe se va a desarrollar.
400 hombres están camino a Jacob para “darle su merecido”. Jacob va a refugiarse en la oración y finalmente va a entregarse a las manos del Señor.
Jacob ya no estará en las manos de Esaú ni en las manos de 400 hombres, sino estará en las manos del Señor.
Jacob en su oración, le pide al Señor que guarde la promesa que Él le había hecho a él y a su descendencia, promesa que tiene la linea mesiánica de Jesucristo. Y cuando te apoyas en Cristo siempre vas a encontrar respuesta del cielo.
Jacob viene detrás de los presentes enviados, pero finalmente tiene el ánimo para ir porque ha entendido que está en las manos de Dios y que su vida descansa en la promesa de Abraham que es Cristo. Jacob por fin está dispuesto a si es necesario perder la vida, ya no será su deseo, sino la Voluntad de Dios. ¿Qué sucederá? Vamos a estudiar esto en los siguientes domingos. Pero no podemos pasar por alto esa preciosa fe que ha alcanzado: Descansar en las manos de Dios, esperando en las promesas.
Juan 6:40 RVR60
40 Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquél que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
La verdadera FE reposa en Cristo y lleva siempre a la vida. Jacob confió en la promesa de Dios con la limitada información que tenía, nosotros ya sabemos al tener la Biblia completa lo maravilloso que era la promesa dada a Abraham, Isaac y Jacob, que es Cristo.
Podemos pasar del temor y la angustia a descansar en las manos del Señor. Busquemos a Cristo!
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